Diario de un aventurero en chinataun taun taun.

Sunday, February 17, 2008

Japón 1: Osaka y la higiene íntima de los japoneses

Debido a la serie de catastróficas desdichas descritas en la entrega anterior, llegamos al centro de Osaka prácticamente a medianoche, demasiado tarde para alojarnos en el albergue juvenil donde había hecho las reservas. Visto que ni siquiera se dignaban a abrirnos la puerta, nos pusimos a preguntar por el barrio, a ver si alguien nos sabía decir dónde podíamos encontrar un hotel de precio razonable. Sin haber dado muchas vueltas, tuvimos la suerte de entrar en el restaurante Chirimen, local pequeño y acogedor regentado por Hitoshi Kono, un admirador de Patrice Leconte con el que hicimos buenas migas a pesar de su nulo conocimiento del inglés, así como de nuestro aún mayor desconocimiento de la cinematografía del auteur francés. Hitoshi llamó por teléfono para hacernos una reserva en un hotel cercano, nos dibujó un plano detalladísimo de cómo llegar, y se resistió a que pagáramos el sake caliente que habíamos pedido por compromiso. Hitoshi nos regaló un cenicero a cada uno, y nos acompañó hasta la puerta del local para despedirse de nosotros agitando la mano.

Abrumados por semejante despliegue de hospitalidad, llegamos al hotel Yoshinoya (que me da que pertenece a una franquicia tipo Formula 1) sin dificultad. La habitación era pequeña, pero no le faltaban ni los kimonos, y cuando abrimos la puerta del baño vimos algo que nos colmó de asombro y admiración:


Supongo que los japoneses son demasiado pudorosos para jactarse del refinamiento y la sofisticación de sus instalaciones sanitarias. Menos explicación tiene que los gaijines (“gaijin” es “guiri” en japonés) que me habían hablado de sus experiencias en este país hubieran omitido este importante aspecto mientras alababan cosas como impecabilidad de las calles, la exquisitez de los modales o la sin par eficacia de los transportes. A lo mejor pretendían que la sorpresa fuera mayor, pero me parece un error no divulgar estos prodigios por el bien de la humanidad.

El primero del que quiero hacer mención es la taza del váter del hotel Yoshinoya. Como podéis observar en la fotografía, la instalación está equipada con unos controles que permiten regular diversas funciones, tales como la concentración o la potencia del chorro de agua para limpiarse allá donde la espalda pierde su nombre (para evitar un choque cultural demasiado abrupto, recomiendo regular la presión muy, muy por debajo de la media potencia). Sin embargo, lo que más me sedujo del invento fue la calefacción del asiento. ¡Cuánto más liviano hubiera sido este invierno en China de haber contado con esta sublime invención!

No menos brillante, y bastante más ecológica, me pareció la idea de añadir un pequeño lavabo encima del depósito de agua. De esta manera, podemos limpiarnos las manos con la misma agua que luego llena el depósito. ¿No es genial?

Se ve que le dan una gran importancia al ahorro de agua, porque me han comentado que en los lavabos de señoras hay un botón que al presionarlo hace que se oiga un ruido de olas rompiendo en el mar. La finalidad del invento es evitar que las mujeres echen la bomba para ocultar el ruido que hacen al orinar. Estoy escandalizado. ¿Podría decirme alguien si esta costumbre tan irresponsable también se practica en España?

Hasta el mismo soporte del papel higiénico está bien pensado. ¡La de veces que habré enojado a mi madre por no cambiar el rollo por la pereza y la amargura que me inspira ese absurdo resorte cilíndrico que utilizamos en España! Estoy seguro de que en Japón nunca hubiera tenido este problema gracias al sencillo a la par que admirable ingenio que os describo en el croquis de abajo.



Lo siento amigos, pero si pensabais que España es un país desarrollado no podíais estar mas equivocados.

Al día siguiente madrugamos para poner rumbo a Kyoto, donde saqué fotos más bonitas, no os preocupéis.

6 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Jajajajjajajaja. Genial.

Te puedo asegurar que yo, y otras muchas más, tiramos de la cadena por eso.

Ay qué bueno, me voy al water!

1:25 AM

 
Anonymous Anonymous said...

¡Chapeau!

12:44 AM

 
Anonymous Anonymous said...

muy bien lo del toilette. pero ¿Todavía os admiten en albergues juveniles?

4:16 PM

 
Anonymous Anonymous said...

Los albergues juveniles no tienen límite de edad. Creo que se paga más si rebasas la "juventud", pero puede ir cualquiera. Son muy buena opción.

5:04 PM

 
Anonymous Anonymous said...

"pero si pensabais que España es un país desarrollado no podíais estar mas equivocados"

Eso solo lo piensa ZP

6:47 AM

 
Anonymous Anonymous said...

Ay, qué bueno, totalmente cierto lo de los lavabos de las señoras. Hay tres sonidos:el de las olas, uno que imita a la bomba del váter y (el que más me gustó) imitación a tos. Lo que no sabía es que era sólo para las señoras, anda que no somos finas ni ná.
Cuéntanos más y fotos!
Besito, genio!

2:17 PM

 

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