Yuyu
Ayer, curioseando con un amigo por las callejuelas y los mercadillos de Hong Kong, me fijé en un puesto en el que, además de diferentes tipos de incienso, había cajas y cajas de algo que parecían juguetes de todo a cien. Al fijarme mejor, me empecé a dar cuenta de la extrañeza de estos artículos: fajos de billetes (dólares, RMB y euros), monedas y lingotes de oro, gafas, relojes, artículos de bisutería, paquetes de cigarrillos con su correspondiente mechero, latas de cerveza y de refresco, televisores de pantalla plana, radios, calzado deportivo y de vestir… y todo más falso que un duro de madera. Aquello parecía un almacén de atrezzo para casas de muñecas de tamaño natural (sólo los coches eran más pequeños de lo habitual). Divertido por nuestro desconcierto, el tendero nos explicó naturaleza y la función de estos objetos. Todo estaba hecho de papel y para ser quemado ante la tumba de un difunto. También nos invitó a examinar otras curiosidades, como los trajes y los vestidos, un horno microondas, o un conmovedor juego de lápices de colores para niños (con tijeritas, regla, goma de borrar y sacapuntas), pero se mostró reacio a vendernos nada porque aquello era para los muertos. Eso me dio todavía más morbo, e insistí hasta comprar un estuche con dos paquetes de cigarrillos y mechero, y un fajo de billetes de 10.000 dólares.
Esta mañana, al mostrar mi hallazgo a mis compañeros de francés y de alemán, la novia china del francés me ha advertido que no debía tener eso en casa porque trae mala suerte. Por lo visto, cuando uno compra estos objetos, debe dirigirse inmediatamente a la tumba del difunto para hacer la ofrenda, nunca guardarlos en casa. A los occidentales nos ha hecho mucha gracia esta muestra de superstición, pero confieso que poco a poco se me ha ido contagiando el temor a ofender a los muertos, hasta el punto de que me estoy planteando pedirle ayuda a algún amigo chino. Antes de empezar a escribir esta entrega he mirado mejor los billetes de 10.000 dólares y se me ha helado la sangre al leer el nombre del banco que los ha emitido: “The Hell Bank”.
Esta mañana, al mostrar mi hallazgo a mis compañeros de francés y de alemán, la novia china del francés me ha advertido que no debía tener eso en casa porque trae mala suerte. Por lo visto, cuando uno compra estos objetos, debe dirigirse inmediatamente a la tumba del difunto para hacer la ofrenda, nunca guardarlos en casa. A los occidentales nos ha hecho mucha gracia esta muestra de superstición, pero confieso que poco a poco se me ha ido contagiando el temor a ofender a los muertos, hasta el punto de que me estoy planteando pedirle ayuda a algún amigo chino. Antes de empezar a escribir esta entrega he mirado mejor los billetes de 10.000 dólares y se me ha helado la sangre al leer el nombre del banco que los ha emitido: “The Hell Bank”.
2 Comments:
Qué bueno.
Había oido hablar del Hell Money, pero no tenía ni idea de lo del resto de las ofrendas.
Aquí se pueden ver más modelos de billetes.
http://www.bigwhiteguy.com/baskets/hell.php
¿Que tal va la vida Martin? ¿te veremos el pelo en diciembre?
Un abrazo!
10:18 PM
Aupa, Marts,
Como te lias tu solo. Vas a tener que matar a alguien para poder librarte de la morralla.
11:55 PM
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