Diario de un aventurero en chinataun taun taun.

Tuesday, April 03, 2007

Ongi etorri

Bienvenidos a mi modesto estudio. No es ésta la austera celda de un monje tibetano, pero tampoco os hagáis demasiadas ilusiones.
Lo primero que veis según entráis es la cama. Adoro esa cama. Si no fuera por que pesa demasiado para facturarla en el avión me casaría con ella y me la llevaría a Bilbao si dudarlo. Su única pega es que pide una habitación para si sola, ya que tenerla a la vista todo el día es una invitación constante a la olgazanería.
Mmmm…
¿Lo veis? No he escrito ni seis líneas y ya me he tenido que echar en ella otro ratito.
Encima de la cama está el aparato de aire acondicionado, instrumento sin el cual no existiría la vida en estas latitudes, y a su izquierda acabo de colocar unos pósters que se ven mejor a continuación.
Aquí estoy yo posando todo satisfecho con la instalación. Las fotos son de un tal Santiago Yaniz Aramendia y los pósters los entregan gratuitamente en la oficina de turismo de la plaza del mercado del ensanche, en Bilbao. Enmarcarlos, sin embargo, os va a salir bastante más caro que a un servidor (unos 5 € en la tienda de fotos de la esquina), aunque lo cierto es que merece la pena pagar lo que haga falta para levantarse viendo amanecer en la isla de San Nicolás.
La máscara la venden en una tienda de artículos folklórico-deportivos al lado de Lizhi Park, y es un regalo de la profe alemana. Como había sido mi cumple me preguntó que era lo que quería de allí y no tuve arrestos para confesar que quería una espada. Ahora, la máscara también me gusta mucho.
A la derecha de la cama están la mesa y la nevera, con un “car” dibujado por el mismísimo Iñigo Juaristi. En la pared están las fotos de la familia y los amigos, que siempre muestro con orgullo a los visitantes, y los paquetes de tabaco de los muertos. Debajo, la mediateca y el dispensador de agua potable. Durante la primera semana que estuve aquí bebí agua del grifo sin sospechar que me pudiera pasar nada malo. No sabía raro ni estaba turbia, pero cuando los que me conocían se enteraron de esto reaccionaron como si hubiera cometido una temeridad imperdonable y no me creyeron cuando insistí en que no me había puesto malo ni nada. Por si acaso, no tardé en pasarme a las botellas de agua y con el tiempo me aburrí de andar trayéndolas desde el supermercado, así que me compre el aparatito y ahora hay un tipo que me trae la garrafa a casa.
Esta es la mediateca. Comprar películas y videojuegos a precios irrisorios en sórdidas tienduchas y puestos callejeros es el pasatiempo favorito de la gente en esta ciudad. También lo es el mío y es que de alguna manera tengo que compensar la falta de cómics. Pasar los DVDs a estuches como el que tengo al lado del televisor es una tarea que no puedo posponer mucho más antes de que el mueble reviente. Lo de la derecha es una guitarra para jugar al Guittar Hero, un videojuego con el que puedo cumplir mi sueño de convertirme en una estrella del rock. Que a alguno le de por pensar que esto es una muestra de inmadurez es algo que me trae sin cuidado, pero también os diré que el artilugio es un regalo de unos amigos franchutes.
Junto a la puerta están el ordenador y el mueble de los libros. Creo que haría bien en limpiar las cortinas conmemorativas de Beijing 2008, intocadas desde que vine, pero eso me dejaría totalmente expuesto al pasillo y no encuentro el momento para hacerlo. En la pared, unos dibujos y el banderín del Athletic del primo Jesus, al que vuelvo a agradecer su obsequio de todo corazón. Los sillones de escay verde moco no son muy bonitos, pero son cómodos y hacen juego con las cortinas, que es lo que importa.

2 Comments:

Blogger Karramarro said...

La nevera es chulísima tio!!!

11:22 PM

 
Anonymous Anonymous said...

olgazanear se refiere a hacer algo con Olga?

10:10 PM

 

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