Sano y salvo

Gracias a todos los que habéis escrito interesándoos por mis circunstancias tras el terremoto, que fue bastante lejos de Shenzhen y aquí ni lo notamos. Vaya año, entre las nevadas, los accidentes de tren, la fiebre aftosa y los cristos del Tibet, se asusta uno un poco ante la inminente época de lluvias.
Lo que sí que se notó fue el paso de la dichosa antorcha, 8 de mayo, que puso toda la ciudad patas arriba. Yo fui a verla pasar al lado de la escuela con unos coleguis y la verdad es que fue espectacular por el despliegue, que no por esa antorcha que no vimos ni cinco segundos:

Como cabía esperar, había mucha gente, pero lo más sobrecogedor era la cantidad de polis y soldados que había. Por haber había hasta helicópteros con inhibidores de móviles de esos que debieran poner en el cine para que la gente no moleste con el aparato.
También pongo un par de fotos:

Antes

y después