Diario de un aventurero en chinataun taun taun.

Tuesday, June 27, 2006

Blancura insuperable


La obsesión con palidez es otra cosa que resulta insólita a los occidentales. En cuanto se percibe la más leve reverberación solar casi todas las mujeres se cubren con quitasoles, parasoles, o guardasoles (no me explico cómo podemos vivir sin ningún sinónimo de "paraguas"). Muchas de ellas utilizan productos cosméticos para blanquearse la piel, llegando incluso a darse baños de leche (desconozco si es de burra) en los salones de belleza. Como antiguamente pasaba en Europa, la piel morena es algo propio de la gente del campo y por lo tanto connota pobreza e incultura, mientras que la blancura implica pureza y delicadeza, impresión que se refuerza con una determinada forma de vestir y de actuar. Por poner un ejemplo, es muy extraño ver a una mujer fumando en público, y la norma es que las chicas vayan muy arregladas, con zapatos o sandalias de tacón, faldas y blusas de tonos claros, rebecas de punto…
A veces me cuesta recordar lo cursi y anacrónico que resultaría esto en el lugar de donde vengo.

Wednesday, June 21, 2006

SEXY


He aquí una imagen bastante habitual que tiene obsesionadas a las extranjeras.
Como dicta un viejo proverbio poco conocido:
Cuando la calor aprieta,
arremángate la camiseta.

Friday, June 16, 2006

¿De qué van los Dongmen Boys?

Antes de venir a China me procuré un novedoso método de español para adolescentes de esos que abordan muchos temas transversales y tratan de conseguir un alto nivel de implicación del alumnado a través de actividades y dinámicas cercanas a su contexto. El libro no está del todo mal, pero en ocasiones se esfuerza tanto por ser “guay” y buscar la complicidad de los chavales que da un poco de vergüenza, y a menudo presupone que los alumnos conocen cosas que luego me toca explicar a mí, como cuando tuve que explicarles el concepto de tribu urbana. A veces creo que mis educandos se fingen ignorantes sólo para perder tiempo con mis explicaciones, pero me dio la sensación de que eran sinceros al decirme que no sabían lo que era un punki, un siniestro o un rastafari. Visto que, a pesar de mis explicaciones, la barrera cultural era impenetrable, se me ocurrió utilizar un referente más próximo, el de los Dongmen Boys, a quienes he bautizado así por ser ése el barrio donde se les ve más a menudo. No sé mucho de los Dongmen Boys, pero su atuendo los hace fácilmente reconocibles: playeras, pantalones que se estrechan de rodilla para abajo, camisetas XXL que denotan una confusa asimilación de la cultura pop occidental, y el pelo cardado como en los años de la movida. Frecuentan las inmediaciones de las peluquerías y los tenderetes de ropa y complementos, especialmente aquellas donde suena una ensordecedora música chunta-chunta. Mis alumnos supieron de qué les hablaba en cuanto se los describí, pero no tenían nombre para referirse a ellos ni me aportaron ninguna información al respecto. A veces pueden ser muy misteriosos.

Thursday, June 08, 2006

Cuatro fotos y un dibujo


Dos fotografías más para mis amigos de la construcción. La primera es un plano general de la escena que os mostré la semana pasada, para que os hagáis una idea de la altura a la que estaba el obrero. Al sacar la segunda instantánea, para así satisfacer la curiosidad de mis lectores, he sido abroncado por un iracundo jefe de obra. Me he disculpado y le he dicho que sólo estaba mirando (“duibuqi, suibian kankan”), pero el hombre no ha debido quedar muy convencido del candor de mis intenciones y me ha seguido hasta la siguiente manzana martillo en mano.
Para tratar de borrar de vuestra memoria aquel grotesco revuelto de patatas (los que no sabéis de qué hablo podéis echarle un vistazo a la entrada titulada "Trancazo", pero os advierto de que no os despertará el apetito), aquí tenéis dos tortillas como manda el canon (una de llas con chorizo). Admito que la presentación es mejorable, pero a mis alumnos les faltó poco para rebañar el plato con la lengua.
Ah, el cielo de Shenzhen. Por lo general, y dentro de un orden, el cielo de Shenzhen es un constante despliegue de colorido (gris muy muy claro, gris muy claro, gris claro, gris gris, gris tirando a oscuro...), pero en ocasiones excepcionales rebasa la frontera del buen gusto e incurre en excesos kitsch como el presente. Así es como celebró la despedida del tifón Chanchu.Zorionak pareja!